Patones de Arriba es un pueblo singular que merece la pena conocer. Yo fui por primera vez hace muchos años y he vuelto recientemente y, en ambas ocasiones, he pasado una jornada estupenda.
Patones es un municipio situado a unos 50 kilómetros de Madrid por la carretera de Burgos que se divide en Patones de Arriba y Patones de Abajo. La vlla original es la de arriba y la de abajo fue fundada por los habitantes de arriba allá por 1940. Se cuenta que Patones de Arriba fue el único pueblo de Madrid al que no llegaron los franceses durante la Guerra de la Independencia.
Actualmente es una monada de pueblo formado por casas de pizarra, al que se llega desde Patones de Abajo por una carretera en la que debemos aparcar el coche y finalizar el camino a pie. Patones de Arriba tiene muchos restaurantes, bonitas callejuelas para pasear, tiendas de artesanía y alrededores por los que hacer algo de senderismo. Está rodeado de montañas y el paisaje es precioso.
Si os animáis a una excursión hasta allí, os recomendamos el restaurante El Poleo. Es el restaurante de un hotel llamado El Tiempo Perdido y vale la pena por su comida deliciosa y elaborada. Tiene una maravillosa terraza para los meses de buen tiempo. Si quieres comer allí, debes indicarlo expresamente cuando reserves. Espectacular la ensalada de quesos fritos, envueltos en pasta brik, con una vinagreta de mostaza o las alcachofas rehogadas con morcilla de Burgos y huevos rotos. De segundo, estaba delicioso el cochinillo, el cordero a la miel (que e lo típico de la zona), o el lomo de ciervo. Y de postre, maravilloso el postre de chocolate.
Buena comida, un buen paseo y buena compañía. Resulta una jornada de lo más agradable.
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Restaurante El Poleo
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